Publicado en Divagaciones

Masturbaciones

Masturbación: Estimulación […] para proporcionar goce […]

El chupete, para que creas que sigues chupando de la teta.

La pistola de juguete, para creerte el «héroe» (asesino) que nunca serás.

La muñeca, para inseminar tu instinto maternal.

La televisión, para vivir vidas menos aburridas que la tuya.

El dinero, para que seas una ficha en el juego de los bancos.

El fútbol, para que no pienses en cosas más importantes.

La «democracia», para mantener a unos pocos con el esfuerzo del resto.

El tabaco, el alcohol y otras drogas, para hacerte olvidar que no eres feliz.

La vídeo-consola, para simular aventuras que nunca vivirás.

Los supermercados, para que compres más de lo que realmente necesitas.

La medicina industrial, para mantenerte enfermo de por vida.

Los noticieros, para que estés al tanto de lo que les interesa a otros.

Las vacaciones, para hacerte creer que eres libre.

Lo caro, para creerte más que los demás.

El móvil, para hablar sin tener al otro delante.

La religión, para ocultar miedos, ignorancia y ansias de poder.

El sueldo, para que consumas y tengas que seguir trabajando.

La prostitución y la pornografía, para paliar tu incapacidad social.

El iPad, para creer que lo tienes todo en una pantalla.

La guerra, para perpetuar el negocio de la muerte.

Facebook, para hacerte creer que tienes amigos.

…y esta lista podría seguir…

Publicado en Relatos

Microrrelato del heroe cautivo

El heroe cayó en la trampa. El villano lo tenía en sus manos.

Sus lectores se sobrecogieron. ¿Qué sería capaz de hacerle?  ¿Qué podían hacer ellos para salvarle?

Avisaron a otros heroes y heroínas, pero ninguno estaba disponible para ayudarle. Todos estaban muy ocupados haciendo sus respectivas películas, videojuegos, cómics y libros.

¿Iban a quedarse parados?

No.

Los foros hirvieron. Las redes sociales se saturaron. Hubo reuniones en todas las ciudades del mundo para urdir un plan de acción. Se organizaron, se armaron con todo su valor, tomaron la calle, se manifestaron. Los más audaces se equiparon; los más influyentes movieron hilos. Los que no tenían nada, simplemente, unieron sus deseos de libertad para el cautivo. Una inmensa red de lectores cubrió el planeta para salvar a su heroe de las garras del villano.

Su guarida fue localizada. Todo un ejército de hombres, mujeres, jóvenes, ancianos, ejecutivos, carpinteros, enfermeras, músicos, informáticos, abogados, camioneros, pintores, camareros… le rodearon. Algunos sacrificaron sus vidas, pero finalmente el villano nada pudo hacer contra ellos, su poder se redujo a nada, y no tuvo otra alternativa que liberarlo.

El mundo, por una vez, salvó a su heroe.

Este microrrelato se me ocurrió pensando en que porqué todas las historias de heroes son éstos los que salvan a mundo, y no al contrario…  No es un relato muy intenso, pues lo hice como microrelato (menos de 140 palabras, aunque aquí lo he extendido un poquito)  hace un año, pero bien trabajado podría funcionar.

Todos podemos ser heroes.

Publicado en Divagaciones

Salir del túnel

Es curioso cómo a menudo recurro a la metáfora del tren para compararlo con la vida. Una vez que arranca se ven paisajes (las vidas de los demás), se ve a gente (a la que, aunque lleguemos a entablar algún tipo de contacto con ellos, no llegamos a conocer), y se visitan lugares (a los que vamos por algún motivo, trabajo, disfrute, familia…).
Un tren también nos hace pasar por estados de ánimo: las montañas son desequilibrios en la superficie de nuestra existencia, y cuando hemos de pasar por una de ellas, el túnel nos ciega, no podemos ver el horizonte, ni a otros viajeros, ni tan siquiera a nosotros mismos. Pero todo túnel tiene un final, y siempre, siempre, hay una salida, y la luz vuelve a mostrarnos el camino que, lo queramos o no, hemos de seguir.
A veces, al salir de un túnel, el paisaje ha cambiado. El cambio es necesario en ciertos momentos de nuestra vida. Se dejan atrás cosas y se encuentran otras nuevas. Hay que dejar pasar cuando llega el momento. Y hay que abrir el corazón a lo que se te presenta en esta nueva etapa de la vida.

Bienvenida, bienvenido, a mi tren. Hoy es el día 1 de mi nueva etapa. Gracias por acompañarme.